Oh my Health

View Original

¿Hambre físico o Hambre emocional?

¿Por qué a veces busco comer algo aun cuando verdaderamente mi estómago no está pidiéndome comida?

¿Por qué a veces me antojo específicamente de productos súper dulces, altos en grasa o, en términos generales, SÚPER CALÓRICOS?

¿Por qué a veces me siento desequilibrada emocionalmente y siento que comiendo “se me va a pasar”?

¿Por qué a veces COMO DE MÁS y muchas veces termino sintiéndome culpable?

Todas nuestras emociones necesitan cumplir su ciclo. Nacen en nuestro interior; necesitan ser escuchadas, entendidas, procesadas y finalmente expresadas. Ese es su proceso, es la manera en la que necesitan ser GESTIONADAS, pero precisamente esta gestión no es tan fácil de cumplir.

Ahora, ¿qué pasa cuando no sabemos qué hacer con nuestras emociones, sean agradables o desagradables? ¿Qué pasa en el momento en el que no logramos hacer esa gestión? EXACTO! Ocurre un DESBALANCE y nuestro cuerpo empieza a mandarnos “señales” de que algo no anda bien, como por ejemplo: ANSIEDAD.

A veces no queremos lidiar con esos sentimientos y buscamos desviar nuestra atención, enfocándola en LA COMIDA. ¿Por qué? Porque cuando comemos, liberamos hormonas como endorfinas, serotonina, dopamina y opioides que nos hacen sentir muchísimo mejor.

¿Cómo podemos denominar esto? Este es el conocido HAMBRE EMOCIONAL.

Para esto, cuando tengamos la duda si estamos sintiendo hambre, podemos detenernos un momento y preguntarnos: ¿Realmente tengo hambre y requiero de comida, o es que acaso quiero tapar una emoción? Tratemos de identificar de dónde está naciendo ese deseo de comer.

Lo que a mí me funcionó hacer y se los recomiendo con todo TODO EL CORAZÓN para analizar esto es EL MINDFULNESS. Para mí esto ha sido crucial! Me ha permitido descubrir el verdadero origen de mi hambre y a la vez, conocer las expresiones de mi cuerpo cuando realmente necesita alimento para seguir “trabajando” (como cuando te suenan las tripas y dices AH SÍ, SÍ, ESTO SÍ ES HAMBRE). Este sí es el conocido HAMBRE FÍSICO.

 OJOOOOOOO!!!!

Con esto no queremos decir que de vez en cuando y de cuando en vez no nos apapachemos y nos engriamos comiéndonos eso que nos hace poner bien felices como un chocolate o una pizza. Todo se trata de B A L A N C E. 

Dejemos que nuestras emociones salgan, fluyan, cumplan su ciclo. Esta es una manera muy especial de amarnos y demostrarle amor a nuestro cuerpo.

Recuerda: una emoción no liberada, el cuerpo buscará la manera de hacerla salir. Y quizás, en ocasiones, generando un impacto físico (dolores, enfermedades, etc.)

Y, ¿cómo podemos hacer para poder expresar mis emociones? 

Gracias a Dios tenemos opciones para poder sacarlas! Te comparto algunas que quizás puedan ayudarte: Escribirlas, hablarlas, cantarlas, moverlas a través de nuestro cuerpo, meditarlas, ejercitarlas (haciendo deporte, cargando pesas, etc.). 

¡FELIZ VIDA!